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  • IIE - I+D+i

Crónica de la Jornada del 5 de junio de 2013. Cooperación en investigación y tecnología entre univer

La colaboración de pymes, universidades y grandes empresas hace más fuerte a la aeronáutica.

El Instituto de la Ingeniería de España celebró ayer una jornada sobre el sector aeronáutico, y las oportunidades de colaboración que existen entre las pequeñas y medianas empresas, las universidades, y las grandes empresas del sector.


La presidenta del Comité de I+D+i del IIE, Eva Novoa, destacó que en enero de 2014 entra en vigor el programa marco europeo Horizonte 2020, y que por tanto “es un momento especialmente importante” para la industria, y en concreto para el sector aeronáutico. También destacó que la Comisión Europea quiere integrar de manera especial a las pymes en la I+D+i.


El ponente principal de la reunión fue el francés Alain García, vicepresidente de la Academia Francesa del Aire y el Espacio, y con un extenso currículum, como el puesto de vicepresidente ejecutivo de Airbus. García subrayó que “España tiene que tener su sitio” en la investigación aeronáutica, y a continuación detalló los retos a los que se enfrenta el sector de cara a 2050, como el tema del medio ambiente, y los nuevos agentes comerciales, como China y Brasil.


García señaló varias preguntas que surgen de cara al futuro: “¿Tendremos la energía necesaria para cubrir la demanda de los pasajeros? ¿Podremos reducir las emisiones de dióxido de carbono? ¿Seguiremos tratando a los pasajeros como ganado (sic)?”


Sobre la evolución de la demanda, García estimó en 9.500 millones la población de la Tierra en 2050, de los cuales el 80% vivirán en ciudades (en oposición a hace 50 años, cuando el 80% vivían en zonas rurales) e insistió en que la gente de los países en desarrollo también querrá volar. China adelantará a Europa y EE UU en número de pasajeros-kilómetros recorridos en avión.


El experto predijo que habrá tres grandes núcleos de megalópolis: Europa, Norteamérica y Asia, que requerirán transporte aéreo para viajar dentro de esos núcleos, y de unos núcleos a otros.


El número de pasajeros a quienes hará falta dar servicio será proporcional a la riqueza de los países e inversamente proporcional al coste de transportarlos, explicó García. El PIB seguirá subiendo, de forma asintótica (es decir, de forma lenta), mientras que los precios de los billetes, que últimamente han estado bajando, en el futuro tenderán a mantenerse constantes. Eso será debido, según el ingeniero, a que el precio del combustible subirá, pero la eficiencia del consumo energético de los aviones mejorará.


Otro cambio será que la distancia media de vuelo aumentará ligeramente: de 850 a 970 kilómetros. “Eso será importante a la hora de diseñar los aviones del futuro, que deberán tener mayor capacidad”.


García calificó las previsiones de fabricación de aviones de Airbus y Boeing como demasiado optimistas, ya que él cree que también será de tipo asintótico.


Por último, el experto dedicó su exposición a criticar las medidas de seguridad que se han implantado en los últimos años. “Nos tratan como ganado, debería haber un cambio a nivel europeo. Debería medirse la eficacia de estas medidas de manera independiente”.


Colaboración en la industria


Después de García, tocó el turno a los representantes de empresas y universidades, que, moderados por el presidente de Industria de Turbo Propulsores (ITP), Ricardo Martí Fluxá, contaron su experiencia y dieron ideas sobre la manera en que pueden unir fuerzas unos y otros en la industria aeronáutica.


Martí Fluxá introdujo el debate aludiendo a la falta de apoyo institucional a la innovación. “Es una situación que contrasta con el apoyo decidido que hay en otros países, aunque soporten situaciones económicas parecidas a la nuestra. Es tiempo de las medidas de estímulo”.


También consideró “absolutamente fundamental que la relación entre pymes y universidades sea completamente natural.

itp) tenemos acuerdos con la escuela de ingenieros aeronáuticos y con la Universidad del País Vasco, entre otras.” Asimismo, manifestó su preocupación por los recortes en los presupuestos de investigación de las universidades, y lamentó que algunos ingenieros se estén yendo “cuando nos cuesta más de 60.000 formar a cada uno”.


Domingo Ureña, presidente de Airbus Military, destacó que España es “uno de los 10 países del mundo que puede fabricar y comercializar aviones completos”. Ureña destacó los 48 acuerdos que tienen en la actualidad con Universidades, “ninguno de los cuales está subvencionado”.


También insistió en la importancia de los proyectos que llevan a cabo con pymes, y pidió que se apueste más por la industria en España, que está muy debilitada respecto al turismo o los servicios. “No se considera un eje estratégico la industria, pese a lo mucho que aporta. Eso sí, aseguró no creer “en el apadrinamiento del gobierno”.


De cara al futuro, Ureña mostró sus dudas de que España sea puntera en proyectos aeronáuticos. “Lo que no riegas, lo que no incentivas, lo que no pones fuera de la zona de confort, termina diluyéndose. España tiene 90 años de historia en aeronáutica, creo que merece la pena que sigamos empujando”. Sin embargo, también reconoció que la industria tiene “parte de culpa” por no saber comunicar bien sus logros y sus oportunidades.


Sobre las pymes, el representante de Airbus subrayó que “nadie es pequeño si sabe hacer bien lo que hace, respetando los estándares internacionales”. Pidió, o recomendó, a las pymes, que dediquen más presupuesto a I+D. Y subrayó la importancia de estar “en proyectos internacionales aunque sea haciendo un poquito. Siempre se aprende, siempre se ve lo que está pasando por ahí.


Por último, reconoció que el Gobierno “está apoyando muchísimo la internacionalización y la exportacion -aunque no tanto el I+d-. Aprovechémoslo”.


La Universidad


Llegó el momento de que la academia diera su punto de vista. Miguel Ángel Gómez Tierno, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos, adscrita a la Universidad Politécnica de Madrid, recordó que tradicionalmente las empresas y la Universidad se daban la espalda mutuamente, cosa que ha cambiado mucho, pese a dificultades como que a las empresas no les interesa publicar su know-how.


Gómez Tierno describió la “explosión” de carreras de aeronáutica que se ha extendido por toda España, “quizás no bien controlada”, y que habría sido mayor de no haber sido por la crisis económica. “De ser los únicos y verdaderos en la UPM”, bromeó, han pasado a ser “sólo los verdaderos”.


El académico agradeció a las empresas aeronáuticas que acojan a los estudiantes de los últimos cursos para hacer prácticas. También valoró la utilidad de las cátedras universidad-empresa (como la cátedra ITP, resaltó, en referencia a la presencia de Martí Fluxá en la mesa). “Estamos encantados de colaborar con las empresas. Venid a vernos, por favor. Somos pequeñitos, poca gente… no podemos reaccionar rápidamente. Pero sí podemos hacer cosas estables en el tiempo”.


Su colega Juan de Juanes, subdirector de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, también de la UPM, agradeció que les invitaran a un acto eminentemente aeronáutico. De Juanes subrayó que España “produce de los mejores ingenieros de Europa. Más del 30% de nuestros ingenieros trabajan fuera de España, lo cual se puede considerar una fuga de talento, pero en algón momento también pueden retornar”.


El académico destacó también las 7 cátedras universidad-empresa de la Escuela, y recordó algunos proyectos desarrollados en las últimas décadas, como los realizados para Boeing. “Nos gustaría trabajar más con las empresas”, resumió.


Las pymes


Los dos últimos turnos correspondieron a las pymes CT Ingenieros y TEMAI Ingenieros, que contaron su experiencia y dieron ideas para otras pymes como ellas.


Jesús Prieto, presidente de CT Ingenieros, afirmó que aunque su empresa se presenta “como un proveedor de servicios de ingeniería”, lo que vende es conocimiento e innovación, que desarrollan por cinco vías: “procesos internos; el día a día; por encargo del cliente; en los servicios realizados; y participando en proyectos de I+D españoles, franceses o ingleses”.


Puso varios ejemplos de cada una de estas vías de innovar. “Realizamos procesos de selección de personal muy estrictos, para no equivocarnos. No colocamos a una persona a hacer cálculos si no tiene resistencia a la frustración. En el día a día, incentivamos a nuestros ingenieros para que desarrollen nuevos productos, soluciones, herramientas… damos mucha libertad”. En la empresa, todo aquel que tenga una idea, puede proponerla en la base de datos “3I”. Luego se revisan y la mayoría se implementan, aseguró.


Por último, resaltó la colaboración de CT Ingenieros con otras empresas (EADS-CASA, Airbus, ITP) y con las universidades. “Somos muy pequeños para ir solos a ningún lado. Debemos organizarnos en pequeños clusters, ver qué cuatro o cinco empresas podemos unirnos para hacer proyectos enteros juntas”.


Luis Bussión, director general de TEMAI Ingenieros, insistió en esta idea de los clusters. “Los programas que más retorno nos han proporcionado han sido aquellos en los que trabajamos en un cluster de no más de cinco empresas, una de las cuales era grande, “atractora”, como Airbus Military, que coordinaba el cluster y definía el proyecto hacia sus propios desarrollos tecnológicos. Nuestra recomendación es crear clusters bien dimensionados con participación de pymes, la Universidad y una empresa atractora, que es la que asegura retorno industrial al trabajo.”


Bussión recordó los 15 años de historia de su empresa, y de cómo nacieron con el objetivo de hacer I+D+i para el sector aeronáutico. “Tuvimos que hacer una inversión importante para conseguir las certificaciones que demandan los grandes clientes”.


Una empresa pequeña tiene que generar el doble de confianza que una grande, pero para lograrlo también tiene varias ventajas competitivas, señaló. “Somos pequeños, pero si tenemos una alta especialización nos diferenciamos. Otros aspectos importantes son que las pymes tenemos una gran flexibilidad, y que tenemos un compromiso enorme hacia el cliente. Frente a empresas más grandes nuestros precios son más competitivos. Todo junto es un cóctel explosivo, al que ninguna empresa grande puede negarse”.


Bussión aclaró que aunque hacen I+D+i, en la mente de TEMAI “siempre está el retorno industrial, tener producto propio, que genere retorno”. Gracias a ello ahora tienen cuatro líneas de productos. “Es muy difícil estar trabajando siempre en un proyecto detrás de otro”.


Las universidades y centros tecnológicos aportan “doctores, y tiempo para la inspiración” a las pymes, añadió. “Hemos colaborado con la UPM y con la Universidad de Sevilla. Les hemos dejado a ellos el trabajo de la “Investigación”: que piensen, saben hacerlo mejor que nosotros. En cuanto al “Desarrollo”, les dejamos trabajar hasta el nivel en el que pueden hacerlo bien. Cuando entran los plazos y los costes, entramos nosotros”. Eso sí, hay que soportar a la universidad financieramente, con presupuesto propio, concluyó.

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