“Es necesario lograr un gran pacto, a largo plazo, para hacer realidad la transformación digital en
XVII Almuerzo de la Ingeniería Industrial con D. Álvaro Nadal Belda, Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital
Organizado por la asociación de Ingenieros Industriales de Madrid ha tenido lugar, en el Club Financiero Génova, el decimoséptimo almuerzo de la ingeniería industrial, que ha contado con la presencia del Ministro de Energía, Turismo y Plataforma Digital, D. Álvaro Nadal Belda, quien expuso los nuevos retos en los ámbitos más ingenieriles de su departamento: La Energía y la Plataforma Digital.
Ha sido todo un privilegio escuchar al Ministro D. Álvaro Nadal que, además de conocer a fondo la materia de su Departamento, ha demostrado que sabe trasmitirlo a la audiencia. No es ingeniero pero por en sus venas corre la sangre de su padre y de su tío que sí lo fueron.
El Ministro es un firme convencido de que la verdadera economía, la más real, es la Industrial, a la que se ha referido sucintamente, exponiendo sus comienzos y sus transformaciones, conocidas como revoluciones industriales, que él prefiere llamar revoluciones energéticas, porque es el empleo de distintos tipos de energía lo que data sus comienzos, La nueva era industrial será más transformacional que revolucionaria, en función de los avances que se vayan produciendo en la tecnología, que también van a requerir una adaptación y acomodación generacional, como en otras ocasiones. Sucedió a principios del siglo XX cuando el 75% de la población se dedicaba a producir alimentos y hoy en día no llega al 2%, fruto de la mecanización de las labores productivas.
La nueva transformación digital va a requerir, por ello, una importante concienciación social, porque actualmente se reciben paradójicamente más peticiones de soterrar redes de alta tensión que de acelerar la digitalización.
Respecto al empleo masivo de energías renovables el Gobierno lo abordará sólo cuando la tecnología lo justifique, para evitar un incremento sustancial de costes para la industria y para los ciudadanos. Actualmente, un tercio del coste de la energía eléctrica se debe a malas decisiones políticas tomadas sin una sustentación tecnológica suficiente. Uno de los problemas para el desarrollo de energías renovables es el bajo nivel de interconexión de España ,del 3% de la potencia instalada, cuando en estas fechas debería ser del 10% y en 2020, del 15% ,lo que quita flexibilidad al sistema, al no proporcionar el soporte necesario y supone un sobrecoste de 1200 millones de euros . Dinamarca, uno de los países con mayor proporción de potencia instalada en renovables, tiene un nivel de interconexión del 60%.
Por lo que se refiere al mix energético, se ha aceptado alcanzar un 20% de energías renovables en 2020, a partir del 17% actual. El 17% es, precisamente, el nivel que aceptó Alemania para 2020. Alcanzar el 20% en España va a ser tremendamente costoso. Apagar las centrales nucleares supondría subir el recibo de la luz en más de un 25%, por lo que habrá que mantener la energía nuclear a pesar de su poca flexibilidad. Habrá que mantener, en lo necesario, también, las centrales térmicas, por su flexibilidad, las de carbón con producción más barata pero más contaminante y las de gas, más caras y menos contaminantes. Se tratará de cumplir los compromisos del Convenio de París al mínimo coste, sin añadir coste adicional alguno.
Por lo que se refiere a la plataforma digital, destaca el papel trascendental de la colaboración público-privada y, muy especialmente la de Telefónica, en el desarrollo de las redes de fibra óptica en España, que en la actualidad llegan al 70% de la población y a un coste por punto entre 100 y 120 euros, frente a los 800 que cuesta en Alemania. Tenemos la tercera mejor red de banda ancha del mundo y la primera de Europa, fundamental para el desarrollo de la economía digital.
La digitalización requiere un plan de formación y educación para lograr más ingenieros y técnicos, para lo que se debe recobrar nuevamente el prestigio y remuneración de estas profesiones.
La banca española no está muy acostumbrada a financiar proyectos de digitalización y tendrá que cambiar su mentalidad de los activos tangibles a los intangibles-digitales.
España es líder en Sanidad Digital: tarjeta sanitaria digital, historia clínica digital, receta electrónica,… todo ese conocimiento se puede exportar y, gracias a nuestra excelente relación con los países Iberoamericanos, se pueden obtener frutos en este terreno, a muy corto plazo. Y de la tarjeta sanitaria se puede pasar a la tarjeta social, para explotarla con herramientas de Analítica de Datos e Inteligencia Artificial y así poder crear nuevos servicios para el ciudadano.
Se están dando también importantes pasos, en la Industria 4.0 en el campo, por ejemplo, del aceite de oliva, donde un especialista en Olivicultura y Elaiotecnia y 2 expertos en robótica operan ya una fábrica completa en Andújar, o en la de la gestión robotizada de máquinas herramientas en una fábrica en Elgoibar, que permite su puesta en marcha y monitorización a distancia. El cálculo del número de turistas y su origen se está empezando a hacer a través del “roaming”. En ámbitos de nicho y especialización, como los citados, España puede llegar a ser líder y referente mundial en la digitalización.
Para que ocurra la transformación digital, es necesario crear una conciencia social de lo digital: el abuso escolar ya se produce más en la red que en el aula, la publicidad engañosa se controla en los medios tradicionales pero se dispara en los medios digitales; por todo ello, la sociedad civil debe apoyar e impulsar el derecho a la propiedad digital, una nueva legislación digital, una nueva imposición fiscal a lo digital, en pocas palabras: una nueva Constitución Digital.
A nadie se le oculta que la trasformación digital debe desarrollarse en planes cuyo horizonte sea de decenios, cuando, paradójicamente, la vida media reciente de los Ministros de Industria es de dos años y medio. Es necesario lograr, por tanto, un gran pacto, a largo plazo, para hacer realidad la transformación digital en España.