16/05/2018. Formación en competencias transversales de las Universidades

El mundo cada día evoluciona a una velocidad mayor, las nuevas tecnologías han favorecido un nuevo “Boom” tanto tecnológico como uno digital que favorecen un desarrollo exponencial de todas las materias, y la ingeniería no está exenta de estos cambios y evoluciones, de hecho son los que más los favorecen, debido a la gran creatividad y la capacidad de ingenio de los ingenieros.

España sigue generando y formando a algunos de los mejores ingenieros del mundo, si no la que más, pero este continuo cambio y evolución dificulta a las nuevas generaciones de ingenieros el poder desarrollarse profesionalmente como antaño podían hacer los recién graduados. Estos cambios constantes necesitan de adaptaciones constantes por parte de los ingenieros, se busca que los graduados están permanentemente mejorando, adaptándose, ya que lo que vale a día de hoy, mañana estará obsoleto.

He aquí el gran problema al que se enfrentan miles de recién graduados, pese a tener un conocimiento técnico excelente, carecen de las habilidades necesarias para realizar su trabajo de forma óptima. No son capaces de desarrollar sus Softskills y desarrollarlas en la transversalidad complementaria y necesaria que implica ser un ingeniero. Actualmente para poder ser un ingeniero y poder trabajar como tal, tan importantes son los conocimientos técnicos y las matemáticas como la capacidad crítica, innovadora, la adaptabilidad, el trabajo en equipo, el liderazgo, una buena comunicación, tener una visión más globalizada y el dominio del inglés. No resultan competentes en sus quehaceres debido a la disparidad entre los conocimientos estrictamente técnicos que adquieren con el trabajo que luego deben realizar.

Por ello las Universidades han tomado parte en el asunto acercando a los alumnos con las empresas y el mundo laboral que encontrarán en el futuro, desarrollando y mejorando las competencias más necesarias para su rápida y correcta adaptación al ámbito laboral.

Algunos casos de éxito de diferentes universidades españolas, que han sabido ver y adaptar su metodología y enseñanzas a dichos cambios, cuentan ya con programas y máster, nos hablan sobre ellos:

D. Francisco Javier Oliver Villaroya. Director del Instituto de ciencias de la Educación de la Universidad Politécnica de Valencia.

En este caso en concreto, su sistema se basa en establecer puntos de control, por lo tanto se va generando una regulación y seguimiento sobre la transversalidad que van adquiriendo los estudiantes, en momentos determinados mediante 3 tipos de vías. Vía 1, Vía 2 y Vía 3. Será el profesor el encargado de ir valorando el alcance de los conocimientos que han ido adquiriendo a lo largo de las distintas evaluaciones. Además cada competencia tendrá un grado distinto de complejidad, ya que no se puede aplicar el mismo grado a un estudiante que acaba de entrar en la carrera y es su primer año, con otro que lleve ya 2 o 3.

D. Mariano Ventosa Rodríguez. Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI).

Esta vez, la Universidad ICAI apuesta por una fórmula más simple en su formación en la adquisición por parte de sus estudiantes de las llamadas “Softskills”, en la que desde un inicio se empezarán a implementar este tipo de habilidades que nunca han sido trabajadas, o peor aún, que han sido trabajadas y a lo largo de los años se han ido perdiendo, por lo que en ICAI se esfuerzan por aplicar desde el primer día. Habilidades comunicativas, creación y presentación de un Cv, aprender a manejar situaciones adversas, orientación y ayuda al alumno, liderazgo, toma de decisiones, son solo algunas de las asignaturas que forman parte de las escuelas y universidades americanas a las que esta Escuela Técnica Superior imitan. Formando un equipo de profesionales expertos en cada materia, así pues el profesorado está compuesto tanto por ingenieros como por psicólogos, sociólogos, coaches, etc.

Dª. Amaia Gomendio Ruiz. Coordinadora del Máster de Ingeniería Industrial, Universidad de Mondragón.

La universidad vasca de Mondragón propone el que es el más innovador y rompedor de los modelos que veremos, el método PBL (Problem Based Learning) o en español el ABP (Aprendizaje Basado en Problemas).El PBL es un método pedagógico muy interesante para aplicar en las aulas tanto de escuelas como de universidades, ya que porque propone invertir el proceso de aprendizaje: en primer lugar presenta el problema y a continuación invita al alumno a identificar lo que necesita aprender y buscar la información para resolverlo. Y el docente debe facilitar que este proceso se produzca. Para ello tanto los alumnos como los profesores deben de trabajar en grupos, buscando de forma conjunta la mejor solución, y no importa tanto cumplir el objetivo, sino el proceso de investigación, desarrollo y el trabajo realizado durante todo el proceso. Después de finalizar un proyecto, los estudiantes comprenden todo lo trabajado y son más capaces de aplicarlo en nuevas situaciones a las que deban enfrentarse. Porque además los alumnos aprenden a asumir responsabilidades, mejorar su autoconfianza, a comunicar ideas y a ser innovadores y creativos.

En definitiva a adquirir competencias del siglo XXI. Por otro lado el equipo de profesores tiene la oportunidad de diseñar experiencias de aprendizaje reales que van mucho más allá del currículum establecido y de aprender junto a sus alumnos durante el proceso, lo cual lo vuelve una experiencia mucho más enriquecedora.