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Los problemas de la costa española: Pensando el futuro a la vista del presente

El pasado 24 de febrero el Comité de Asuntos Marítimos del Instituto de la Ingeniería de España organizó la jornada “Los problemas de la costa española: Pensando el futuro a la vista del presente”. Presentaron la jornada y dieron la bienvenida a los asistentes D. Carlos del Álamo Jiménez. Presidente del IIE, D. José-Esteban Pérez. Presidente del Comité de Asuntos Marítimos y Marinos y D. Ana María Oñoro Valenciano. Directora General de la Costa y el Mar. En esta ocasión contamos con las ponencias y presentaciones de D. Pascual Pery Paredes. Vicepresidente del Comité de Asuntos Marítimos y Marinos del Instituto de la Ingeniería de España, D. José Francisco Sánchez González, Director de Ingeniería de Costas del Centro de Estudios de Puertos y Costas del CEDEX, D. José María Medina Villaverde. Director del Programa de Modelos Matemáticos del Centro de Estudios de Puertos y Costas del CEDEX y D. José María Grassa, adjunto a la Dirección del CEDEX.


El punto sobre el que giró la jornada fue el de la necesidad de proteger las costas españolas de los envites del mar con el que debemos aliarnos, no enfrentarnos a él.


Comenzó el vicepresidente del Comité de Asuntos Marítimos, el señor Pery, estableciendo que es la frontera más larga del mundo que separa, pero va la vez une todas las partes del mundo. Esta frontera tiene su punto de contacto entre el “sistema-mar” y el “sistema-tierra” en los puertos, es muy difícil que haya un “conflicto” entre la tierra y el mar y sólo debemos protegerlo de nosotros mismos, ya que las costas se autorregulan, los contactos entre tierra y mar pueden ser: los acantilados, donde la erosión del mar en produce muy pocos efectos y estos son a largo plazo. Las marismas, que son de “convivencia pacífica” debido a su aprovechamiento económico y utilidad, se ha garantizado su permanencia.


La playa es lo que podíamos definir como una “frontera conflictiva”, donde se producen “ataques” voluntarios o involuntarios. Tradicionalmente era una zona ignorada; era un desierto con difícil acceso, pero la cultura de sol y playa cambió el panorama y de ser, y de no tener prácticamente ningún valor se convirtió en una zona de muchísimo valor. Desde entonces la presión sobre ella se hizo insoportable, por lo que es necesario aplicar unas normas más urbanísticas que costeras para evitar que los hombres se “coman” la costa, como sucede en Benidorm. Las playas han perdido gran parte de sus defensas debido a la erosión y modificación sufridas por la mano del hombre. Podemos distinguir dos tipos de playa: las que podemos llamar “naturales” y las que forman parte de un conjunto económico ligado al turismo, donde se da un balance negativo de del saldo de la arena, el mar se lleva más arena de la que aportan los ríos, debido a la regulación del hombre. Para evitar las desapariciones de las playas debemos advertir que las más estables son aquellas que se apoyan en algún elemento fijo.


Debemos pues definir las unidades fisiográficas compatibles con estas formas, es decir, hacer unos obstáculos parecidos a los naturales compatibles con el paisaje y la morfología del terreno. aumentar las aportaciones de arena, bien sea con arena de cantera o reciclando la de la playa. La playa sigue siendo dinámica, por tanto, es absolutamente indispensable un seguimiento de su comportamiento y una corrección en el tiempo de la distribución de la arena para hacerla compatible con los usos turísticos. En las playas de interés económico habría que despertar la conciencia de que el valor de las edificaciones depende de la playa, y por tanto son esas edificaciones las que deben mantener el equilibrio, no se debe construir en la playa, ya que como hemos hablado, no debemos enfrentarnos a la naturaleza, ya que tenemos las de perder.


Continuó el señor Sánchez, quien habló de los principales retos de las costas y sus planes de protección durante la primera y la segunda mitad del siglo. Los planes de protección de la costa y su importancia. Las principales funciones de la costa son la Transición tierra – mar, de defensa del territorio, es un sustrato de comunidades y ecosistemas y es una infraestructura para sector turístico, esencial en España. Por ello y como hemos explicado anteriormente debemos luchar contra la erosión costera, aumentar la inversión y naturalizar el balance sedimentario, que actualmente está en negativo.


Para cumplir nuestros objetivos debemos establecer estrategias y planes de protección de la costa. Estrategias de la DGSCM elaboradas por el CEDEX, son planes de actuaciones en la costa con medidas concretas, tramo a tramo, son trabajos en colaboración con servicios centrales y periféricos, algunos ejemplos son: Huelva, Maresme, Oropesa, Castellón Sur, Valencia Sur y Granada. La metodología que emplean es establecer una Dinámica Litoral, donde realizan un análisis de la información existente. Elaboración de un Diagnóstico de las zonas en erosión o en riesgo de erosión y aplican unas Medidas de Actuación, alternativas propuestas anteriormente y dependiendo de la prioridad. Aplicar mediadas para evitar la erosión de la playa pasa por estabilizar una playa, o cualquier zona costera, consiste en aislar dicha zona, separándola de la unidad fisiográfica en que se encuentra. Esto tiene como consecuencia más probable la creación de tres sub-unidades: una anterior, la zona de actuación y otra posterior. Esta tipología general de actuaciones fue la primera en desarrollarse dentro de lo que puede conocerse como ingeniería de costas. Por ello, en ocasiones se encuentran ejemplos de rigidización que hoy en día se consideran, como poco, imprudentes y sin atractivo, debido a que fueron diseñados en un contexto de baja sensibilidad medioambiental, relacionada con el desconocimiento sobre los procesos litorales. Afortunadamente, a medida que el conocimiento y sensibilidad aumentan, se ha tendido a realizar otros tipos de actuaciones de rigidización más flexibles y racionales y, en definitiva, menos invasivas. No obstante, en ocasiones podría ser la única solución posible o al menos una alternativa válida.


Otro punto a tener en cuenta es el cambio climático y los eventos extremos que provoca, la respuesta del perfil de playa frente al cambio del nivel del mar únicamente es debida a la variación del transporte transversal de sedimentos. Esta respuesta tendría que ser complementada con otros cálculos que tengan en cuenta las previsiones de la variación de la dirección del flujo medio de energía y transporte potencial de sedimentos que se produciría como consecuencia del cambio climático. Por lo tanto, la adaptación al cambio climático (Medio-largo plazo), la gestión del sedimento para restablecimiento del balance sedimentario y la retirada programada.


Cerró la jornada el señor Medina, quien destacó varios puntos en su presentación, habló sobre la borrasca Gloria y sus efectos en la costa mediterránea del país, lo que definió como una “tormenta perfecta”. Efectos de un temporal como los acaecidos el último mes, las olas de temporal producen pérdidas de arena que se almacenan en la barra sumergida, mientras que las olas de bonanza recuperan la arena de la barra y la depositan en la playa seca. Esto sólo ocurre sin daños cuando hay arena suficiente para formar una barra adecuada y cuando el temporal no ubica la barra fuera del alcance de los oleajes de verano, por lo que es vital que existan dunas.


Debemos tener por tanto Zonas en Estudio de los que conseguir Datos Consultados obtenidos con los trabajos de campos y con las boyas exteriores como la de Valencia o Tarragona. Con los datos se pasa a los Trabajos iniciales realizados, tanto de gabinete como de campo en la zona costera mediterránea española como son los casos de Castellón, Valencia, Barcelona y Tarragona.


Conclusiones preliminares del señor Medina fueron, los tipos de daños directos provocados pueden ser privados, de edificación y en vallados, mientras que los daños públicos pueden ser, acumulaciones de arena, retroceso de la línea de orilla, inundaciones de zonas de marjal, destrucción de mobiliario costero, daños en estructuras y socavaciones.


Todos los ponentes concluyeron que no debemos enfrentarnos al mar, sino adaptarnos a él.



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