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  • IIE - Edificación

Medir la huella de carbono ayuda a encontrar los fallos de los procesos



Cómo medir la huella de carbono, y cómo aprovechar estos datos para mejorar la sostenibilidad de los edificios y el transporte, fue el tema principal de la jornada celebrada ayer en el Instituto de la Ingeniería de España, y organizada por el Comité de Edificación.


El presidente del Instituto, Manuel Moreu, presentó la jornada, junto al presidente del Comité de Edificación, Fernando López, que afirmó que “hoy por hoy, cualquier cosa que necesite energía debe evaluar el riesgo asociado al cambio climático”.


El primero de los ponentes fue Enrique Bailly-Bailliere, subdirector general de Coordinación de Acciones contra el Cambio Climático, que destacó al empezar que “impulsar el cálculo de la huella de carbono es una de las herramientas más eficaces para reducir la emisión de dióxido de carbono”.


A continuación explicó los distintos enfoques que se pueden adoptar para contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por un lado, está el enfoque de organización, que analiza las emisiones de una entidad (empresa, institución) completa; por el otro, el enfoque de producto, que calcula las emisiones en su ciclo de vida completo (incluido el reciclaje si lo hubiera). Hay un tercer enfoque más complejo, añadió el político, llamado “multicriterio” y que incluye también el consumo de agua, la producción de residuos y otros elementos.


El enfoque de organización tiene tres niveles de análisis: el “alcance 1”, que son las emisiones que produce directamente una empresa en los centros de producción que ella controla. “Si hablamos de unas oficinas, serían los gases emitidos por los procesos de combustión en las oficinas (la calefacción). Y si tiene flota de vehículos, los producidos por dicha flota.”.


El alcance 2 es la energía que se consume en la organización, pero que es producida fuera de ella (el consumo eléctrico, por ejemplo) Y el alcance 3 son todas las emisiones producidas (incluidas las indirectas): si la empresa adquiere productos, o utiliza recursos que no son de la propia empresa. “Es bastante más difícil de calcular”.


El objetivo de analizar las emisiones de carbono de una organización por apartados es saber cuáles son más relevantes a estos efectos, y qué medidas van a ser más eficaces a la hora de reducir emisiones. “En ocasiones se intenta llegar a emisiones cero, y en otras se pueden compensar las emisiones comprando créditos de absorción de carbono”.


Bailly-Bailliere detalló a continuación el proceso matemático para calcular el impacto en emisiones, teniendo en cuenta el origen de la electricidad utilizada, un factor que depende del gas emitido, y otros elementos de cálculo.


El subsecretario subrayó la importancia de que las grandes empresas transmitan a sus proveedores la importancia de medir la huella de carbono. “Además para algunos productos se exige este cálculo a nivel internacional. Si las empresas quieren estar preparadas deben abordarlo”.


Por último, Bailly-Bailliere detalló una iniciativa legislativa del Ministerio de Medio Ambiente, que pretende que los sectores difusos (con muchos pequeños emisores de gases, como la agricultura, los residuos o la edificación) aborden el cálculo de la huella. El Ministerio lo pondrá en contacto a empresas que emiten CO2 con otras que lo absorben. Para incentivarlo, el objetivo es que las empresas que la miden tengan beneficios fiscales y que la administración compre productos verdes, es decir, producidos, por las empresas que mejor se comportan medioambientalmente.


Los destinatarios serán todo tipo de empresas, en especial las pymes, e incluyendo a los autónomos. “En función del tamaño de la empresa la Administración asumirá la verificación de la información. En otras más grandes, deberá ser un verificador externo”. En todo caso, apuntó, para una empresa pequeña la información necesaria puede ser una hoja de cálculo (el gasto en luz y en calefacción, simplemente).


A preguntas del público, el político matizó que las empresas que ya están en el sistema de comercio de derechos de emisión quedarán al margen de esta iniciativa. “La idea es exigir la medición de la huella de carbono para finales de 2013, aunque lo veo complicado”, terminó.


Hospitales


Los edificios y el transporte son los sectores que más energía consumen, y que más emisiones de CO2 producen, señaló Fernando López, presidente del Comité de Edificación. De ellos, en concreto de los hospitales y las carreteras, habló Rosario Vidal, profesora del departamento de ingeniería mecánica y construcción de la Universidad Jaime I de Castellón.


“Lo que pretendemos es generar conocimiento para que las empresas puedan hacer los estudios de huellas de carbono mucho mejor”, afirmó, en referencia a los estudios que hace su departamento.

Sus investigaciones sobre hospitales empezaron influenciadas por la tesis doctoral del director técnico de un hospital de Huelva, en el que el directivo contaba que las medidas que proponía un año para reducir el consumo de energía, se notaban al año siguiente, pero que dos años después estaban igual o peor que antes.


Vidal lamentó que sea bastante difícil obtener datos de emisiones de los hospitales y su cadena de suministro, en especial de los fármacos. Como detalle curioso, señaló que había una diferencia relativamente notable entre las emisiones producidas por efecto de un parto vaginal y otro con cesárea (más en el segundo caso). También era notable el impacto producido por los gases utilizados en la anestesia.