La primera vuelta al mundo. Sevilla 1519 – Sevilla 1522

Madrid, octubre 2016

Ignacio Sánchez de Mora y Andrés

Comité de Asuntos Marítimos

En 35 meses, dos meses menos de lo que duró la histórica gesta, se conmemorará el quinto centenario de la expedición española que realizó la primera circunnavegación del planeta. Una proeza que fijó empíricamente las medidas de la tierra aunque, por las dimensiones de los océanos descubiertos, bien podría haberse rebautizado planeta agua. Fue sin duda éste, el primer acontecimiento global.

Con el objetivo de llegar a las islas de las especies por la ruta de Occidente [sentido Este-Oeste], el 10 de agosto de 1519, zarpó desde Sevilla una flota de cinco navíos: Santiago, San Antonio, la Concepción, Trinidad y Victoria, capitaneados por los navegantes Don Fernando de Magallanes y Don Juan Sebastián Elcano. Esta arriesgada empresa, cual capital-riesgo, fue financiada de manera público-privada al 23% por Don Cristóbal de Haro y al 77% por la Corona de Castilla. En términos económicos fue rentable por sí sola, ya que a pesar de todas las vicisitudes sufridas por los 237 hombres que componían la expedición de los que sólo regresaron 18, se estima que se obtuvo una TIR del 1,75%, gracias a las toneladas de clavo, nuez moscada y otras especias contenidas en la única nave que completó la travesía el 8 septiembre de 1522: la nao Victoria. En términos sociales, sin embargo, transformó la humanidad para siempre, al constatar que sólo había una género humano sobre la faz de la tierra y al establecer las rutas marítimas que marcaron la economía mundial durante los siguientes tres siglos.

En aquellos días España era líder tecnológico mundial y competía el liderazgo geopolítico, íntimamente ligado con el comercio marítimo, con nuestra vecina Portugal. Sirva de referencia el tratado de Tordesillas, firmado en 1494, único en la historia en el que dos naciones se dividieron el mundo conocido a través de un meridiano: a treinta grados al oeste del primer meridiano [tres grados al oeste de Cabo Verde].

El quinto centenario que se aproxima, no debería convertirse en un ejercicio melancólico en el que cualquier tiempo pasado fue mejor, todo lo contrario, debería erigirse como una efeméride especialísima para mostrar, explicar y difundir el glorioso pasado de la historia española, inexplicablemente oculta, difuminada y superpuesta en el imaginario social por las hazañas de capitanes anglosajones, muchos de ellos piratas. Una oportunidad para sacar pecho, para hacer equipo y para implicar a la sociedad en un proyecto común de identidad.

España: sus navegantes, cartógrafos y marinos, con el soporte decidido de sus Gobernantes, y con una de las mejores flotas del mundo, abrió las principales rutas marítimas, transformando el comercio mundial para siempre. Produce admiración y orgullo conocer estudios, de principios del siglo XVIII, de los canales interoceánicos de Panamá y de Nicaragua, realizados por cartógrafos e ingenieros españoles.

Recuerdo como en el año 1992, se presentó al mundo una España renovada, democrática y moderna. El 92 supuso la vertebración territorial y social del país e incrementó nuestro peso político internacional. Considero que transcurridos 24 años, necesitamos otra efeméride para reposicionarnos y la tenemos inmejorable: 2019 global y universal. La implicación de la ciudadanía y de las Administraciones Públicas, resultan claves para diseñar un proyecto útil y participativo y para ser capaces de involucrar a la Organización de las Naciones Unidas al efecto de conseguir la escala necesaria. Para tan alta y difícil empresa se requiere, sin duda, menos audacia, liderazgo y disciplina de la que tuvieron de Magallanes y Elcano hace casi cinco siglos.

Keywords: medidas, globalización, humanidad, comercio marítimo, efeméride, audacia.