Entrevista a D. Juan Antonio González, ingeniero industrial que colabora con Velfair y Fabrocam en l
Entrevista a D. Juan Antonio González ingeniero industrial y Presidente del Comité de Jóvenes Ingenieros del Instituto de la Ingeniería de España, está colaborando para crear una plataforma logística para suministrar equipos impresos en 3D para el Servicio Cántabro de Salud y otras necesidades en general, colabora con Velfair y Fabrocam, "empresas que están poniendo toda la carne en el asador" en la lucha contra el Covid19.
¿A qué se dedica su empresa y cómo le está afectando la crisis del COVID19 a su empresa y sector? ¿Qué medidas han tomado frente a la pandemia?
Hasta febrero de 2020 estaba trabajando en HP, en Barcelona, en la división de impresión 3D. Ese fue mi último mes allí ya que un problema de salud importante en mi familia me obligó a volver a Santander. Hasta la declaración del estado de alarma, he estado centrado en esta cuestión. Para responder a esta situación he creado junto con dos empresas de Cantabria (Velfair y Fabrocam) una plataforma que busca coordinar la producción industrial de algunos de los materiales que se necesitan en estos momentos de crisis.
¿Cómo y de dónde surgió la idea de utilizar una impresora 3D para crear material como mascarillas, respiradores, viseras protectoras… material de ayuda sanitario? ¿Quiénes participan en este proyecto?¿Les resultó sencillo encontrar información de cómo participar? ¿Cuánto tiempo tardaron en empezar a elaborar material desde que decidieron participar?
Fabrocam es una empresa especializada en la Fabricación computerizada en Cantabria. Colaboramos juntos desde hace varios años y compartimos la vocación de conseguir que Cantabria tenga un tejido industrial más tecnológico y fuerte. Por ese motivo, compartimos un pequeño foro de innovación. Allí, cuando el COVID-19 estalló, Javier Sainz responsable técnico de Fabrocam, puso de manifiesto dos cosas: la existencia de capacidad técnica para los diseños y los modelos y la capacidad de organizar la fabricación de forma profesional.
Con estas dos ideas, Jorge Román, director general de Velfair, se unió poniendo a disposición de la idea su plataforma distribución.
Por último, contamos con el apoyo de la CEOE en Cantabria como interlocutor con los servicios sanitarios. A partir de entonces hemos ido coordinando la fabricación gracias a diferentes empresas que colaboran en covidcantabria.com.
Gracias a Fabrocam, coordinamos el desarrollo de los modelos con el Hospital Virtual Valdecilla, centro de referencia que está tomando el liderazgo en la aplicación y validación de estas tecnologías en estos momentos de crisis. A partir de modelos propios del hospital, contamos con la colaboración de Fabrocam y obtuvimos los modelos que se estaban desarrollando en otras partes de Europa como el de la Charité de Berlín y el del Gregorio Marañón en Madrid.
Estos modelos se han puesto a disposición de quien los necesitase, cosa que ha favorecido la rápida respuesta, tanto del entorno industrial como del entorno Maker.
Después, nuestra propuesta de valor ha sido la velocidad de rampa. Hemos conseguido fabricar el material y entregarlo dos días después de comenzar la iniciativa, gestionando una plataforma dónde colaboradores deslocalizados aportan sus productos y son distribuidos según las necesidades, en este caso, en Cantabria.
Además, hemos puesto en valor la capacidad de nuestra comunidad autónoma, dónde aparte de empresas con dominio de la fabricación aditiva, contamos con fabricantes de filamento PLA como la empresa EOLAS prints, que ha estado trabajando con nosotros desde el principio.
¿Los diseños que emplean en la elaboración son propios? o ¿tienen alguna facilidad por parte del Estado haya puesto a su disposición las “normas” a seguir para elaborar este tipo de objetos de ayuda sanitaria?
Los diseños fabricados son revisiones propias a modelos con licencia abierta. Esto significa que hemos recogido los comentarios y necesidades de los sanitarios y los hemos incluido en nuestro modelo de producción. Además, gracias al conocimiento técnico del que disponemos en la plataforma, hemos elaborado guías de fabricación para optimizar el tiempo de respuesta.
En esta crisis, la velocidad exponencial es la clave. El virus se propaga a esta velocidad y la tecnología que tenemos disponible permite seguir la velocidad de esta curva, fijándonos siempre en el tiempo que tardamos en doblar nuestra capacidad de producción.
Respecto de las normas de fabricación, echamos de menos un punto centralizado gestionado de forma única dónde se recoja qué se puede fabricar y exista una propuesta técnica de mínimos. En nuestro caso, ante esta necesidad, gracias a la colaboración con los sanitarios, hemos definido qué modelos podemos fabricar y cuáles han de ser sus condiciones. No debemos de olvidar que se trata de una emergencia sanitaria y se ha de impedir que una respuesta apresurada ponga en riesgo la vida. Por eso seguimos estrictamente las recomendaciones de los expertos en salud.
¿Ha conseguido artículos eficientes y “homologables” para su uso sanitario? ¿Tienen alguna certificación o aprobación sanitaria de que el material que están creando es efectivo y se puede usar 100% sin riesgo de contagio?
Se han conseguido artículos eficientes, pero no es posible de hablar de artículos homologables. En nuestro caso, la primera necesidad a cubrir ha sido la fabricación de pantallas protectoras. Para este producto, seguimos las recomendaciones del sector sanitario y desde nuestra red, producimos el modelo con las últimas certificaciones. Actuamos además como integradores, acopiando las láminas transparentes que son necesarias.
La aprobación de validez de este material viene del aspecto más práctico. Está siendo utilizado y tenemos contacto directo con los responsables de salud que nos piden un flujo constante. Respecto a utilizarlo sin riesgo de contagio, es necesario tener en mente las características del COVID-19. Estos productos son elementos protectores que han de ser tratados y desinfectados según las recomendaciones sanitarias para prevenir el contacto.
Esto significa que sólo se evita el contagio siguiendo unas medidas estrictas de manipulación, desinfección e higiene.
¿Cuáles son los principales problemas que han encontrado a la hora de elaborar estos recursos?
Para nosotros, los mayores retos han sido:
Acelerar los ciclos de desarrollo y validación de producto.
Fabricación del modelo en una plataforma distribuida y con diferentes equipos y configuraciones.
Integración rápida de todos los actores de la cadena en una plataforma capaz de gestionarla (Un MRP en este caso).
¿Es sencillo encontrar material para los diseños? ¿Cuánto tiempo tarda en crear una unidad completa? ¿Cuál es el coste medio por unidad?
Es fácil encontrar diseños para fabricar. Es más difícil encontrar los diseños adecuados y validados por instituciones sanitarias, es aquí dónde nosotros desde covidcantabria.com creemos que aportamos valor al centralizar estos elementos.
Respecto al material, ahora mismo es difícil, dada la situación general. En cambio, como ya hemos comentado, en Cantabria tenemos un fabricante de filamento PLA, que es EOLAS, y esto nos facilita mucho la coordinación de la cadena.
Respecto a la creación de un elemento 3D, intervienen diferentes factores. Los más importantes son la tecnología utilizada y el fabricante de la impresora o dispositivo de fabricación.
En nuestra plataforma contamos con impresoras industriales, capaces de llegar a producir aproximadamente 40 elementos diarios en turnos 24/7 (24 horas al día durante todos los días de la semana).
De nuevo, el coste medio por unidad depende de muchos factores. Además, cabe destacar que en los diseños, se ha trabajado para realizar una fabricación óptima utilizando el material necesario. La tecnología 3D es eficiente por dos motivos: por material y por tiempo.
Si se consigue optimizar la producción, se reduce el uso del material y se gana en capacidad de producción (reduciendo el tiempo empleado por pieza). Para el elemento portante de una visera de protección, en material, el coste es de aproximadamente 50 céntimos. A este coste hay que añadir la energía (la impresión 3D sigue un proceso térmico) y la mano de obra. El tiempo de fabricación para una impresora industrial ronda los 30 minutos por elemento.
Después es necesario añadir el coste de otros componentes, como la lámina protectora y también la mano de obra para la manipulación de la máquina y el ensamblado de la visera.
¿Qué tamaño de producción tienen actualmente y cuál es el tamaño deseado de producción de estos materiales?
Actualmente coordinamos una capacidad de producción de unas 300 viseras diarias. En cambio, esta capacidad se puede ver afectada por la nueva situación que traiga consigo el Real Decreto sobre las actividades esenciales.
En nuestro caso, somos una plataforma coordinada por voluntarios del sector industrial. No tenemos un tamaño deseado de producción y nuestro objetivo es dar una respuesta rápida y organizada. En cuanto sea posible fabricar componentes para respiradores, pondremos a disposición de la salud este conocimiento y tendremos costes y tiempos de fabricación diferentes. El verdadero valor de la tecnología 3D habrá sido una capacidad de adaptación casi instantánea para la fabricación de componentes diferentes.
¿A dónde se envía todo el material creado con sus impresoras 3D? ¿Realizan un suministro “constante” a una misma entidad sanitaria o van distribuyendo sus productos a diferentes centros médicos? ¿Van a recogerlo o lo tienen que repartir por su cuenta?
Hacemos un suministro constante, gestionado de forma profesional, al Hospital Virtual Valdecilla. Desde allí se encargan de distribuirlo en los centros de salud de la comunidad autónoma. Nuestra propuesta es coordinar una plataforma de gestión profesional. Se centralizan todas las entregas en Velfair, cerca de Torrelavega y desde allí se distribuyen.
El proceso es 100% transparente y se entregan órdenes de producción a las empresas colaboradoras con la plataforma y albaranes de entrega en los centros de salud. En unos días tendremos datos de nuestra capacidad y esperamos que esto sirva para que en un futuro, se pueda valorar todo el esfuerzo hecho por las empresas.
Una gran medida, bajo nuestro punto de vista, sería que el gobierno permitiese exenciones fiscales sobre toda esta colaboración que ponen las empresas a disposición de la salud pública en estos momentos de crisis.
¿Tienen conocimiento de cuantas empresas y personas están dedicándose a imprimir material? ¿Alguien les informa sobre las necesidades de abastecimiento y de a dónde va el material que elaboran?
Sí, por supuesto. Esta es una de nuestras propuestas de valor. En nuestra plataforma colaboramos con 10 empresas, 5 de ellas en producción y otras cinco con las que estamos validando que sus métodos son los adecuados para las necesidades actuales.
Las necesidades de abastecimiento son coordinadas por la plataforma, dónde contamos con la interlocución de la CEOE con las administraciones públicas.
Gracias a nuestro modelo de gestión, hay total trazabilidad de todo el proceso, desde qué y quién lo produce hasta dónde se entrega.
¿Qué papel juega la ingeniería en esta situación? ¿Cómo podríamos o deberíamos los ingenieros ayudar en esta crisis del Coronavirus?
Bajo mi punto de vista, la ingeniería juega su papel más relevante en esta crisis. Un ingeniero es capaz de comprender aspectos muy técnicos mientras mantiene una visión global de las circunstancias y la gestión. Es por esto que los ingenieros son profesionales clave en esta situación manteniendo cadenas de logística, producción, operaciones, etc. vivas, mientras que también se realizan labores de investigación, especialmente en la fabricación y de industrialización.
Nuestra labor, primero como ciudadanos y después como profesionales, es poner nuestro conocimiento al servicio de la sociedad. Podemos coordinar aspectos muy técnicos, operados por otros compañeros, mientras que tenemos la visión que nos permite, como en nuestro caso, crear y gestionar una plataforma que se orienta a la eficiencia, la trazabilidad y la calidad aún en tiempos de crisis.
¿Qué echas en falta, carencias o qué tipo de iniciativas consideras que se podrían generar pero que todavía no se han realizado? ¿Cómo pueden colaborar otras empresas o el Estado con vosotros?
Las mayores carencias que percibo tienen que ver con la coordinación. La sensación general es de caos. Nuestro objetivo en covidcantabria.com ha sido frenar ese caos y canalizar las iniciativas, especialmente las profesionales, en cambio, como sector privado, tengo la sensación de que estamos a 2 o 3 semanas de distancia de la capacidad de gestión de estos elementos por parte del sector público.
Para colaborar como empresa, es tan sencillo como darse de alta en la plataforma. A partir de ahí establecemos un proceso de validación e integración en nuestro sistema. Las empresas disponen de consultoría técnica para resolver sus problemas de fabricación y la demanda se gestiona de forma profesional.
Respecto a la colaboración del estado, en mi opinión, hacen falta varias cuestiones clave:
Dotar de herramientas fiscales a las empresas para que puedan soportar mejor el esfuerzo de la colaboración. Algunas alternativas, como considerar todos los elementos donados como donativo a efecto fiscal, puede ser de gran ayuda.
Crear interlocutores únicos y coordinados. El Estado central y las Comunidades Autónomas han de estar alineadas.
Colaboración muy ágil, para que se llegue cuanto antes a cubrir las demandas más importantes y que salvan más vidas, como pueden ser los respiradores
Siguen buscando colaboración para fabricar y distribuir en Cantabria aquellos componentes que se necesitan, como textiles, mascarillas y demás, cualquier cuestión, duda o ayuda la pueden hacer a info@covidcantabria.com