Sobre el Concurso de Distinciones a la Excelencia en las Prácticas de Ingeniería
- IIE
- 6 may
- 2 Min. de lectura
Articulo redactado por: Rodrigo Pérez Fernández, Dr Ingeniero Naval y miembro de CUFE

Quisiera escribir unas líneas para hablaros sobre los resultados alcanzados en las cinco ediciones anteriores, que nos sirve para reconocer a un grupo extraordinario de finalistas, de Jóvenes con edades comprendidas entre los 22 y los 30 años, que representan lo mejor de una nueva generación de ingenieros.
Muchos de ellos han completado o están cursando alguno de los Másteres Habilitantes en Ingeniería, especialmente en ramas tan fundamentales como la Ingeniería Industrial, Aeronáutica, Naval o Agronómica. Estos estudios no solo exigen un altísimo nivel académico, sino también una firme vocación por transformar el mundo desde la técnica, la ciencia y la innovación.
Pero lo que verdaderamente quiero destacar en estas líneas no son solo los perfiles, sino los proyectos que han presentado. Proyectos que abarcan desde avances tecnológicos punteros hasta soluciones prácticas en ingeniería civil o militar, pasando por desarrollos de nuevos productos y mejoras en procesos industriales. Cada uno de ellos demuestra una comprensión profunda de los desafíos actuales, y lo más importante, una voluntad clara de aportar soluciones con impacto real. Este concurso no busca ideas abstractas: valora lo aplicable, lo que mejora, lo que transforma.
Y en ese proceso de crecimiento y creación, el entorno ha sido clave. Estos talentos provienen de algunas de las universidades más prestigiosas de España en el ámbito de la ingeniería: Universidades de Madrid, Valencia, Cataluña, A Coruña, Bilbao o Cartagena, entre otras. Centros que llevan décadas formando a los mejores profesionales del sector.
Además, estos estudiantes han tenido la oportunidad de formarse también en la práctica, gracias a la colaboración con empresas punteras en ingeniería. Empresas como NAVANTIA, SENER o AIRBUS, que no solo representan el presente de la ingeniería en España, sino que también apuestan firmemente por su futuro. La alianza entre universidad y empresa es una pieza clave del éxito de este concurso, y es, sin duda, una de sus grandes fortalezas.
Quiero destacar también el valioso respaldo institucional que acompaña a esta iniciativa. Organizaciones como el Instituto de la Ingeniería de España (IIE), la REDFUE e INECO no solo otorgan prestigio, sino que refuerzan con su apoyo el valor de este certamen, posicionándolo como un referente nacional.
Y por supuesto, no podemos olvidar los premios: el reconocimiento económico, las placas, los diplomas. Pero más allá del valor material, lo que se premia aquí es el esfuerzo, la creatividad y la capacidad de imaginar una ingeniería más sostenible, más eficiente y más humana.
A lo largo de sus ediciones, este concurso ha sido testigo de la diversidad y riqueza de la ingeniería: desde proyectos agrícolas que mejoran la productividad, hasta soluciones para la movilidad del futuro o sistemas que revolucionan procesos industriales. Todo ello confirma que estamos ante una cantera de innovación que no conoce límites.
Por último, quisiera felicitar sinceramente a los finalistas de ediciones anteriores, y animar a que en esta sexta convocatoria tengamos tanto éxito como en ediciones anteriores. Este concurso representa el compromiso con una ingeniería al servicio de la sociedad.
Para inscribirse en la sexta edición: https://www.iies.es/concurso-de-practicas