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El anteproyecto para la ampliación del Puerto de Valencia no se parece a la señalada en la DIA

Pascual Pery Paredes es el actual vicepresidente del Comité de Asuntos Marítimos del Instituto de la Ingeniería de España y considera que el dragado fuera de las aguas interiores del puerto que se mantiene a cota -18,5 metros "seguirá afectando a las playas del sur" y que el proyecto requiere una nueva DIA: "Se debe tomar como una ayuda a realizar mejor nuestro trabajo y no un escollo a evitar"

Pascual Pery Paredes nació en Cádiz en 1940 y es ingeniero de caminos y Catedrático de Explotación de Puertos en la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid. Entre otros cargos, ha sido director del grupo de Puertos de València (1965-76), director de los Puertos de Las Palmas y de Alicante, director General de Puertos y Costas del Ministerio de Obras Públicas, cargo en el que promovió el Plan de Puertos de Interés General (1980-82), y jefe del área de Ingeniería Ambiental del Centro de Estudio y Experimentación de Obras Públicas (1993-94).


Nuestro vicepresidente del Comité de Asuntos Marítimos del Instituto de la Ingeniería de España ha sido entrevistado por Carlos Navarro Castelló en el periódico eldiario.es, aquí tiene la entrevista.


En febrero del pasado año, de la mano de la Comissió Ciutat-Port, plataforma de entidades vecinales y ecologistas que se opone a la polémica ampliación del Puerto de València, presentó un estudio basado en el anteproyecto aprobado de 2018 en el que concluía que la infraestructura requería de una nueva declaración de impacto ambiental (DIA) por los cambios introducidos. También concluía que el proyecto afectaría a las playas del sur de la ciudad, principalmente por el dragado del canal de acceso a cota -22,5 metros.

Ahora, una vez presentado el anteproyecto definitivo a Puertos del Estado, que recoge diferentes cambios, el diagnóstico de Pery es el mismo: sigue sin ajustarse a los parámetros establecidos en la DIA de 2007 y por tanto es preceptivo otra evaluación ambiental. También se mantiene la afección a las playas del sur, aunque en menor medida ya que el dragado del canal de acceso pasa a cota -18,5 metros. Pery se muestra favorable a la ampliación con una nueva DIA, aunque reconoce que la opción de Sagunto presenta mayores ventajas.



¿Ha afectado la construcción de los diques de abrigo a las playas de València, en especial a las del sur? ¿Por qué y en qué medida?

La pérdida de materiales de las playas tiene un origen general en la regulación de los ríos. Mas del 95% de los materiales tienen ese origen, y como la acción de erosión y transporte de sedimentos, producido por los oleajes, sigue siendo igual si no mayor, debido al cambio climático, el balance es negativo. Pero una segunda causa es el efecto de las obras. Por un lado, cortan la corriente de arena, acumulándola en un lado e impidiendo su llegada al otro que, sometido a la erosión, va retrocediendo más o menos rápidamente, pero constantemente. Cuando las playas tenían detrás una reserva de arena en forma de dunas, este efecto no era tan apreciable, pero al desaparecer estas, por causas naturales o artificiales, se muestra en toda su magnitud.


Este efecto barrera lo viene produciendo el puerto desde hace mucho tiempo, exactamente desde que los diques llegaron a unas profundidades del orden de 10 metros, que es a la que los máximos oleajes arrastran a la arena. Se ve perfectamente cómo la playa de la Malva-rosa crece, los restaurantes se amplían hacia el mar y para llegar al agua hay que atravesar un verdadero desierto de arena candente. Sin embargo las playas al sur del puerto van retrocediendo hasta poner en peligro las instalaciones fijas. Por tanto no es achacable a las nuevas obras solamente.


Pero las obras tienen otro efecto, que es el cambio de la configuración de la costa, por su cambio en planta y por el cambio de las profundidades. Estos dos factores son determinantes en la incidencia del oleaje sobre las playas y por tanto en la capacidad de erosión. En este caso los nuevos diques penetran mil cuatrocientos metros en el mar y los dragados fuera del puerto aumentan las profundidades, en este caso en sentido negativo. En este caso sí que podemos decir que las obras tienen un efecto negativo.



El anteproyecto propone un dragado del canal de acceso a cota -18,5 y a cota -24 en el interior de la dársena. ¿Puede suponer esto algún tipo de impacto ambiental adicional?

En este tema más que impacto adicional tendríamos que hablar de dudas sobre el objetivo a alcanzar. Este objetivo era, y supongo que sigue siendo, dotar al puerto de capacidad para atender a megabuques de 24.000 TEUs de capacidad. Pues bien, en el proyecto original del año 2006, donde se proponían cinco disposiciones de muelles, se preveía ya esos buques aunque aun no estaban en servicio.


Las características de esos buques son una eslora de 400 metros, manga de 60 metros y calado de 16,5 metros. Después de estudiar el comportamiento de los buques ante el estado de la mar y las maniobras se definía que el resguardo bajo la quilla en la dársena y aguas interiores debía ser de 2 metros y en el tramo de aproximación fuera de diques, de 4 metros. Consecuentemente el canal se dragaba a 22,5 metros y la dársena a 18,5 metros, si bien los muelles se cimentaban a -20 metros, por motivos de seguridad de los propios muelles.


Sin embargo, al limitar a 18,5 metros, el calado en la canal de acceso, parece que o bien se renuncia al objetivo o se piensa acometer más adelante. Lo primero desactiva totalmente el planteamiento y lo segundo remite a un segundo proyecto de aumento de calado y dimensiones, que razonablemente deberá someterse a una nueva declaración de impacto ambiental (DIA), que es precisamente lo que se está pidiendo en estos momentos.


Sin embargo se mantiene el calado de los muelles y se profundiza la dársena hasta la -24 metros explicitando que es para obtener material de relleno, es decir, explotar una cantera submarina, ya que esas profundidades no son necesarias para la operatividad del proyecto. Parece que queda incluido en el apartado de “incrementos significativos en la utilización de recursos naturales”.